sábado, 26 de noviembre de 2016

TRASTORNO POR ATRACON

Definición:

Resultado de imagen para TRASTORNO DE ATRACONEs cuando aparecen recurrentes episodios donde la ingesta de alimentos es compulsiva,  caracterizándose porque está ingesta de gran cantidad de comida se da un lapso de tiempo muy corto y se experimenta una pérdida de control sobre esta ingesta, por lo que aparecen sensaciones de malestar y ausencia de conductas compensatorias (García, 2014), además se come hasta llegar a sentir una sensación desagradablemente llena, el realizar la ingesta aunque no se tenga apetito, y comúnmente se realiza a solas para ocultar esta actitud voraz al comer (Sánchez-Barbudo, 2010).

Factores de riesgo:

Tanto el afecto negativo, los estresores interpersonales, la restricción alimentaria, los sentimientos negativos referentes al peso, la figura corporal o la comida y el aburrimiento (García, 2014).

Factores de protección:

El mantener una autoestima adecuada y por lo tanto, el concepto de la imagen de sí mismo que no cause conflicto; el mantener una dieta equilibrada y sobre todo no desarrollar comportamientos de abuso alimenticio por cuestiones depresivas, sino al contrario buscar otro tipo de actividad o ayuda para resolver la sensación depresiva del sujeto. Mantener una relación familiar con mayor cohesión y comunicación (Morales et al. 2015).

Factores biológicos:

Se asocia a factores genéticos y en menor medida a el consumo de sustancias psicotrópicas (García, 2014).

Factores psicológicos:

Resultado de imagen para TRASTORNO DE ANSIEDAD

Consiste en la sensación de la pérdida de control sobre el consumo de alimentos en un determinado momento, acompañado de la presencia de distrofia y una mala percepción o valoración de la persona misma (Sánchez-Barbudo, 2010).

Asociada a padecimientos como bipolaridad, trastornos depresivos y de ansiedad (García, 2014).

Manejo de los factores psicológicos:

Se debe centrar en el manejo de los impulsos en sí y en el abordaje sobre la autoestima (Gempeler,  2005).

Epidemiología:

Es mayormente común en la adolescencia tardía o juventud temprana y sobre todo en sujetos que se someten o se han sometido a alguna dieta estricta con el fin de perder peso pero que han sufrido recaídas (Sánchez-Barbudo, 2010).

Es un trastorno que se presenta en un aproximado del 1.6% en mujeres y un 0.8% en hombres, lo cual es una conducta que puede ser presentada por ambos sexos más o menos en igualdad de condiciones (García, 2014) por lo que se calcula que afecta entre el 1 y 4% de la población en general (Sánchez-Barbudo, 2010).

Este padecimiento implica un deterioro en la calidad y satisfacción de la vida, así como dificultad para adaptarse socialmente, mayor riesgo de padecer obesidad y por lo mismo mayor mortalidad y morbilidad. Y se presenta de forma intermitente, es decir, puede pasar mucho tiempo sin que se presente (García, 2014).

Tipos de evaluación:

Existen algunos instrumentos y cuestionarios que sirven para detectar este trastorno, pues en general es difícil de diagnosticar si el mismo paciente no lo dice, por lo que si se relaciona con otro padecimiento y se sospecha de la presencia de este padecimiento se utilizan los siguientes cuestionarios: The Questionnaire of Eating and Weight Patterns; The Binge Eating Scale; The Eating Disorder Inventory-2; The Tree-Factor Eating Questionnaire; y The Eating Disorder Examination (Guisado & Vaz, 2001).

Estrategias y programas de intervención:


Resultado de imagen para FLUOXETINASe recurre a la terapia cognitivo-comportamental como el entrenamiento en solución de problemas y el desarrollo de habilidades para saber manejar los estados emocionales; el manejo de control de los impulsos (Gempeler, 2005).; y técnicas psicoeducativas como la proporción de información sobre el trastorno y la relación que tiene con la realización de dietas y las recaídas (Sánchez-Barbudo, 2010). También es común el uso de la terapia interpersonal y la dialéctica-comportamental (Gempeler, 2005). Por otro lado, las estrategias que se utilizan son el cambio de creencias erróneas sobre las comidas, entrenamiento en la prevención de recaídas, autocontrol y exposición a comidas prohibidas (Guisado et al. 2001).


Farmacológicamente se suministra desipramina e imipramina para reducir la frecuencia y duración de los atracones; y la fluexetina ayuda a perder el exceso de peso (Guisado et al. 2001).

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